Centralización y autoritarismo

Centralización del poder

Uno de los elementos principales del sistema político de Díaz lo constituyó la centralización del poder político, que en el ámbito nacional hizo depender los gobiernos estatales y municipales del poder federal central.


El Palacio Nacional de la ciudad de México durante el aniversario de la batalla de Puebla (1884-1885).

La centralización se expresó en el sistema electoral de la siguiente manera: los gobernadores tenían que elegir una representación federal de diputados y senadores al Congreso para apoyar la reelección de Díaz y en compensación ellos podían ejercer pleno dominio político en su territorio local.

Esta práctica se implementó en la distribución de las cuotas de poder a partir de los procesos electorales: los candidatos propietarios a diputados federales y a senadores, en su gran mayoría los imponía Porfirio Díaz a cambio otorgaba a los gobernadores la plena libertad de hacer las listas de candidatos a diputados para los congresos de sus estados y para el tribunal superior de justicia local. Los gobernadores tenían la tarea de garantizar la paz y la estabilidad en sus estados, en la solución de los conflictos de sedición y revuelta prevaleció la intervención federal.

El hecho de que los gobernadores ejercieran un fuerte dominio en su ámbito territorial significó un mayor control sobre la diversidad de los grupos políticos regionales, lo que se fue haciendo cada vez más notorio a partir de 1884, el inicio de la primera reelección de Díaz. En este fortalecimiento del poder local de los gobernadores jugaron un papel importante los jefes políticos, que eran intermediarios de los gobernadores con los municipios, y algunos dependían directamente del mando de Díaz para manipular a los alcaldes en los procesos electorales.

Autoritarismo


José Guadalupe Posada. Los sucesos de Tomóchic, publicado en Gil Blas, 1892.

Díaz justificó la represión cuando consideró que los actores políticos o sociales habían optado por la sedición o la rebelión, es decir, cuando ya no era posible recurrir a la conciliación o negociación; el otro aspecto de la justificación radicaba en que el objetivo del progreso económico exigía anteponer la paz y la estabilidad a cualquier discordia política o social. Todo podía ser tolerado y negociado excepto la sedición y la revuelta.


Alfredo Zalce. Porfirio Díaz “Mátalos en caliente”.

 

La decisión de hacer respetar este elemento del sistema político se demostró en varios momentos del Porfiriato, por ejemplo el fusilamiento de nueve oficiales lerdistas en 1879 por órdenes del gobernador de Veracruz quien a su vez recibió de Díaz la instrucción de “Mátelos en caliente” para castigar la sublevación militar; la represión de rebeliones en el Valle del Yaqui y en Tomóchic, o de las huelgas de los trabajadores de las minas de Cananea, Sonora y los obreros textiles de Río Blanco, Veracruz.

 

 

 

Como en los otros elementos del sistema político de Díaz, también el trato político hacia una parte de la prensa se estructuró en función de asegurar las reelecciones y de evitar rebeliones. Este fue el propósito de la política de subsidios; se ejerció de una forma centralizada desde la Secretaría de Gobernación, los gobernadores recibían los subsidios para periódicos acordes con el gobierno de Díaz.


Líderes de trabajadores mineros que fueron enviados a San Juan de Ulúa, Porfiriato.

Ya desde la primera reelección de Díaz fue notorio el apoyo que recibió de periódicos oficialistas como La Libertad, La Reforma, La Prensa. Algunos, al inicio apoyaron a Díaz pero después se volvieron críticos, como El Ahuizote. Otros periódicos que también favorecieron al gobierno de Díaz fueron los de las colonias extranjeras residentes en nuestro país, que a la vez eran voceros de los inversionistas extranjeros y les interesaba la continuidad del gobierno porfirista.


“La Aurora de la libertad” Caricatura, El Ahuizote 1876.

 

 

En la imagen aparece el aún general Porfirio Díaz con el estandarte del plan de Tuxtepec y su espada. Al fondo aparecen entre las nubes, los miembros de su gabinete. Al calce: "Post nubila faebus", que significa "después de las nubes el sol". El Ahuizote al inicio apoyó a Díaz, sin imaginar que posteriormente comenzaría a cortarles la libertad de expresión.

En los años de 1892 y 1893, como parte de la censura a las posiciones antirreeleccionistas de la prensa, en la capital son clausurados los periódicos El Demócrata, El 93 y La Oposición. A partir de 1900 destaca el periódico Regeneración dirigido por los hermanos Flores Magón. La persecución se intensifica, ejemplo de ello son las aprehensiones de los redactores de El Hijo del Ahuizote y El Alacrán.