Oralidad y escritura

Oralidad y escritura

Daniel Cassany  menciona que el lenguaje escrito no es una simple transcripción del lenguaje oral, pues éste tiene sus propias reglas. El lenguaje oral y el escrito se diferencian tanto en sus características contextuales ─las que se refieren al contexto de la comunicación: espacio, tiempo y relación entre los interlocutores─, como en sus características textuales ─las que hacen referencia al mensaje de la comunicación, el texto. Entre las diferencias más importantes están:

Oral
Escrito
  • Comunicación espontánea. El hablante puede rectificar, pero no borrar lo que ya ha dicho. El oyente está obligado a comprender el texto en el momento de la emisión tal como se emite.
  • Utiliza mucho los códigos no verbales: fisonomía, vestidos, movimientos, paralenguaje (cualidades de la voz y vocalizaciones: risa, llanto).
  • Hay interacción durante la emisión del texto. Mientras habla, el hablante ve la reacción del oyente y puede modificar su discurso.

 

  • Comunicación elaborada. El hablante puede corregir y rehacer el texto sin dejar rastros. El lector puede escoger cómo y dónde quiere leer el texto (en qué orden, la velocidad, etc.).
  • Utiliza poco los códigos no verbales. En cambio se apoya en la disposición del espacio y del texto, la textura del soporte, etc.
  • No hay interacción durante la composición. El escritor no puede conocer la reacción del lector.

 

Fuente: Cassany, D. (1989). Describir el escribir. Cómo se aprende a escribir. Barcelona: Paidós.

 

Como puedes ver, esas diferencias son en gran parte la razón por la que escribir es más complejo que hablar, sin embargo, la expresión oral también tiene sus dificultades.

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