Fermentación: Importancia

Aspectos generales e importancia de la fermentación

Todos los seres vivos obtenemos energía de los alimentos, y para que éstos sean aprovechados deben ser transformados en glucosa. Lo anterior ocurre por medio de la respiración celular. Existen dos tipos de respiración celular, la aerobia y la anaerobia, y la fermentación pertenece a éste último tipo.

La fermentación es un proceso catabólico, es decir, se rompe una molécula en componentes más simples. Por ejemplo, los productos finales de la degradación de la glucosa (glucólisis) pueden ser ácido láctico (CH3CHCOOH-OH) o alcohol (CH3CH2-OH), bióxido de carbono (CO2) y energía química.

Como se mencionó, la fermentación en los seres vivos es un proceso que no necesita oxígeno por lo que es considerada anaerobia, es propia de microorganismos como bacterias y levaduras. Sin embargo, también se produce fermentación (láctica) en el tejido muscular de los animales o los humanos cuando el aporte de oxígeno a sus células no es suficiente para el metabolismo y la contracción muscular.

Desde el punto de vista energético, la fermentación es menos eficiente porque produce 2 moléculas de ATP (Adenosin Trifosfato) a partir de una molécula de glucosa, mientras que en la respiración celular aerobia se producen 38  moléculas de ATP.

 

La fermentación ha sido utilizada por el ser humano en la producción de cerveza, vino, queso y yogurt, procesos que implican el uso de bacterias o levaduras con el fin de convertir un producto natural en un producto fermentado.

De acuerdo al tipo de producto, la fermentación  puede dividirse en términos generales en:

  • Láctica
  • Alcohólica