Terapia génica

Terapia Génica

Terapia génica (TG) es la parte de la terapéutica que utiliza material genético en el tratamiento de enfermedades; intenta modular la función celular, logrando corregir la deficiencia causada por la pérdida o alteración de un gen al modificar la expresión de proteínas.

Las secuencias codificadoras de proteínas, sondas antisentido, ADN triples y ribosomas, pueden ser considerados los fármacos de la TG.  Los problemas más importantes con los que se encuentra este conjunto de técnicas son de distribución de estos «fármacos», es decir, la transferencia de este material a las células diana.

La TG requiere, en primer lugar, de la identificación del gen o grupo de genes que causan la alteración a subsanar, su aislamiento y clonación.  Es en este contexto donde emerge con luz propia una de las mayores aventuras de la biología humana, el Proyecto Genoma Humano, entendiendo por genoma humano a la totalidad de la información genética contenida en las células humanas, tanto en el núcleo como en las mitocondrias.

Aunque no conocemos con certeza el número exacto de genes humanos, es, sin duda, inferior a los 100.000 que se esperaban y, todavía en las aproximaciones realizadas por los investigadores, resultan cifras bastantes variables.  La última aproximación realizada a través del programa bioinformático First Exon Finder, da una cifra de unos 56.000 genes. Sin embargo, la cartografía y secuenciación del genoma humano tan sólo nos va a ofrecer una cantidad masiva de información. Será necesario un tiempo de interpretación y traducción de la secuencia de ADN a su función biológica, lo que hace que su conocimiento constituya tan sólo el inicio, y no el final, de un camino denominado proteonómica.

Para que conozcas algunas aplicaciones y ejemplos de la terapia génica da clic en los siguientes elementos:

Terapia Génica

La TG se puede agrupar en germinal o en somática dependiendo del tipo de célula diana; de las estrategias ex vivo e in vivo, y de las aproximaciones en aditiva y sustitutiva. Así pues, cuando la TG es aplicada sobre células germinales, espermatozoides u óvulos, origina un cambio permanente en todo el organismo y en los futuros descendientes del individuo. Su aplicación en seres humanos es fuente de gran controversia debido a los problemas éticos que supone. Por el contrario, el uso de la TG en células somáticas o no germinales solo afecta al individuo tratado y las modificaciones no son heredadas por su descendencia.

Tanto en la estrategia ex vivo, donde las células diana son extraídas y reimplantadas en el mismo paciente tras haber sido modificadas en el laboratorio, o en la estratregia in vivo, donde la administración del gen corrector se realiza directamente al paciente, la TG utiliza dos aproximaciones: aditiva y sustitutiva.  En la TG aditiva, más utilizada y avanzada, el gen es incorporado con sus propios elementos de regulación, mientras que en la TG sustitutiva el gen es mantenido en su contexto natural, sometido a sus controles normales de expresión. La TG aditiva ve comprometida su relativa alta eficacia por la complejidad de dotar al gen terapéutico de un control adecuado de expresión y por el riesgo de que la recombinación del material genético dé resultados no deseados como la mutagénesis insercional.

Actualmente, se ha ampliado el número de afecciones a ser tratadas mediante terapia génica.  Tan sólo las mutaciones puntuales en el genoma mitocondrial son causa de más de 50 patologías en humanos, entre las que resaltamos algunas encefalomiopatías, acidosis láctica, la neuropatía óptica hereditaria de Leber, miopatía, debilidad neurogénica de músculo, ataxia, retinitis pigmentosa, etc.  En ellas, basta la expresión leve de la forma correcta de los productos génicos alterados para corregir la patología. Unos valores ligeramente superiores de éstos no parecen tener consecuencias negativas.

 

Ejemplos

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