Causas de la Revolución

Causas de la Revolución

En el último cuarto del siglo XVIII, Francia es un país mayoritariamente rural, en el que la burguesía se ha convertido en el sector social más dinámico mientras que el absolutismo va cayendo poco a poco en una crisis política irremediable. Sin embargo, la Revolución Francesa es producto de una serie de causas de carácter social, cultural y político-económico. A continuación abordaremos cada una de éstas.

a) Causas sociales: La composición social de Francia a finales del siglo XVIII

En la cúspide de la pirámide social se encuentra una monarquía despótica que sólo rinde cuenta de sus actos a Dios, por cuya gracia reina. El resto la componen, en orden descendente, estamentos determinados por el nacimiento: nobleza y clero,  éstos cuentan con privilegios, el principal es la exención de impuestos. El Tercer Estado reúne al resto de la población y su misión es procurar la subsistencia a la Nación. Es decir, el artesanado, campesinado y burguesía se veían obligados a mantener a los otros dos sectores que eran improductivos. Esto se ilustra de la siguiente manera:

b) Causas culturales: los ideales de la ilustración

La burguesía urbana que cuenta con educación se ve pronto influida por la Ilustración, que promueve los conceptos de libertad, igualdad y fraternidad que socavan la legitimidad del Despotismo. Surge una incipiente opinión pública en las tertulias de los salones parisinos donde se discute sobre esos principios examinados a la luz de la razón. Sin embargo, habría que matizar la influencia de la filosofía ilustrada sobre los orígenes de la revolución: no era el pueblo el que estaba influido por ella, sino la pequeña minoría dirigente en el momento del estallido en 1789, como refiere Jacques Solé: “Esa élite minoritaria lógicamente llevó su combate intelectual contra las supersticiones populares, que despreciaba sin entenderlas […] La inmensa mayoría de la población francesa permanecía encerrada, dentro de sus parroquias" (Solé, 1989: 25-26).

c) Causas políticas y económicas

Pero será la quiebra financiera la que hará explotar el polvorín. Francia cuenta con una población de 26 millones en el momento del estallido de la Revolución, así como con buenos recursos naturales. Sin embargo, el Tercer Estado había contribuido con el pago de altos impuestos para costear las guerras, como la Guerra de los Siete Años 1757-1763 y la independencia de las Trece Colonias durante la cual Francia apoyó a los colonos económicamente para debilitar a Inglaterra. El resultado directo fue la bancarrota del estado que, aunado a los festines y las malas cosechas llevó a un alza desbocada de los precios y desató el hambre.

El Estado Francés se encontraba endeudado; y ya desde 1783 los ministros ilustrados de Luis XVI, Calonne y Brienne, trataron de implementar sistema impositivo a las clases privilegiadas: nobleza y clero. Pero fracasaron ante la resistencia de los grupos más poderosos que amenazaron con retirar los préstamos a corto plazo a la corona, de los que dependían las finanzas estatales.

La tierra era la fuente de poder de la aristocracia. En tanto que la burguesía adquiría riqueza gracias al comercio transoceánico y por ello pudo aspirar a obtener el poder detentado por la nobleza. Además del auge del comercio, la revolución industrial en marcha favoreció principalmente a la burguesía, la clase que ascendía en la escala social.

Para 1787 la crisis era total. En un último esfuerzo por controlar la crisis, la monarquía convoca a reunión de una Asamblea de notables que rechaza los proyectos fiscales de Luis XVI.

El tercer estado

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