Sufragio y Soberanía
El sufragio es la condición en la cual los ciudadanos tienen la posibilidad de elegir a los gobernantes. Jean Jacques Rousseau introduce el término de “voluntad general” que sería la voluntad de los hombres y la llama “soberanía”. En un principio los integrantes de las asambleas legislativas eran elegidos por un grupo de personas que pertenecían a los grupos privilegiados económica y políticamente, y por supuesto por el propio rey, de tal manera que las decisiones que se tomaban partían de los intereses de clase de los grupos privilegiados favoreciéndolos con sus decisiones.
Colegio electoral británico, siglo XIX.
En el siglo XIX se luchó para que en la elección pudieran participar otros sectores de la población. En un principio el sufragio estuvo limitado al sector masculino que cumplían una serie de requisitos como el nivel económico o educativo, a este sufragio se le llama sufragio censitario.
La restricción obedecía al temor que tenían los grupos de poder, incluida la burguesía, a la participación política del pueblo trabajador. Las restricciones eran variadas y también limitaban el voto femenino o el de los analfabetos, como sucedía en México durante el gobierno de Porfirio Díaz, o por cuestión de raza.
En el siglo XIX realmente ninguna nación tenía el sufragio universal (todos los ciudadanos mayores de edad pueden votar) ya que siempre había algún grupo marginado. Cabe destacar que la mayor parte de los países otorgaron el sufragio universal hasta ya entrado el siglo XX. Como se puede observar, la democracia, es decir, la participación irrestricta del pueblo en la elección de sus gobernantes no se consiguió en el siglo XIX pero sí fue el inicio de su búsqueda.
El sufragio censitario favorece a la burguesía.