Para qué

Para qué se estudia la Historia de México

En el curso de Historia de México, se pretende que conozcas y comprendas los procesos históricos más relevantes de nuestro pasado, tales como: La formación de las áreas culturales del México Antiguo, las sociedades mesoamericanas, la conquista y la colonia, el proceso de Independencia, la construcción del estado nacional, el Porfiriato, la Revolución Mexicana, el proceso de institucionalización e industrialización, el neoliberalismo…

¿Para qué sirve todo este conocimiento histórico? Esta inquietud nos lleva a la cuestión de la función y utilidad del saber histórico, es decir, el sentido de estudiar la historia de México.

Una respuesta común es para conocer el pasado, pero ¿para qué queremos conocer el pasado? Por lo regular el estudio de la historia ha sido calificado de inútil por muchas personas. ¿Para qué quiero conocer nombres de todos de presidentes, lugares y fechas de los acontecimientos pasados? La enseñanza de la historia, en la actualidad, ha rebasado hace tiempo la confusión entre la Historia científica y la crónica, aunque en muchas escuelas se siga atormentando a los alumnos memorizando datos inútiles, que no les permiten comprender nada.

Grabados de José Guadalupe Posada

Da clic en el mapa para conocer el sentido de conocer y comprender la Historia de México:

El sentido de estudiar la Historia de México
tener conciencia histórica

El estudio de la historia de México implica también la formación de una conciencia histórica que consiste en la capacidad de asumirnos como seres históricos, resultado de la comprensión de la intrínseca relación entre pasado, presente y futuro, lo que nos da la posibilidad de participar, de manera consciente, en los cambios requeridos por la sociedad.

Caricatura de El Fisgón*
fortalecer la identidad nacional

El conocimiento histórico tiene distintas aplicaciones prácticas, por ejemplo la formación de la conciencia e identidad nacional es posible con una concepción histórica, la cual se basa en gran parte, en el conocimiento de un pasado común y de lazos creados durante un largo periodo.

Durante el siglo XIX, el estado-nación estableció nuevas formas de relación entre los ciudadanos, unidos libremente para formar una nación, entonces, fue necesario igualar en una sola cultura, la diversidad étnica y cultural de los grupos que habitaban el territorio nacional. Por lo tanto la recuperación y estudio del pasado mexicano ha pretendido unificar, en una sola historia las innumerables historias de sus pobladores, que ha constituido un elemento unificador, al cohesionar, a través de la construcción de una memoria colectiva compartida, la diversidad social, económica y cultural de la población.

A partir de esa historia común, de la historia nacional se ha desarrollado un sentido de pertenencia, al identificamos con un territorio, un idioma, un pasado, héroes, valores, símbolos, instituciones, leyes, costumbres y creencias. Mediante la historia nacional hemos construimos y afirmado nuestra identidad nacional, nos hemos ubicamos como parte de la colectividad, que nos conduce a pensar, actuar y vivir como mexicanos.

Mural Diego Rivera en el que se aprecia la diversidad étnica
Palacio Nacional de México*

El pasado de México y el la identidad mexicana tiene un origen multiétnico y multicultural:

1. Étnico: se construyó sobre tres raíces étnicas principales, la indígena, la europea y la africana.

A través de los siglos, ha habido otras migraciones y procesos de mestizaje con chinos, japoneses, holandeses, judíos, estadounidenses, irlandeses y franceses que han ampliado la diversidad cultural del país.

2. Sociocultural: La pertinencia a una tierra y un territorio definido, el castellano y las lenguas indígenas, así como ciertas tradiciones y costumbres, símbolos. valores e ideas, el legado gastronómico y la estructura económica son algunos de los rasgos de nuestra identidad y producto de la historia.

Anónimo*

Sin embargo, si bien la Historia nos da un sentido de pertenencia, también nos da un sentido de separación frente a otras nacionalidades y de esa manera, es como vemos nuestras diferencias frente a otras formas de hablar, otras costumbres, otras formas de organización social, política y económica y todo lo que nos diferencia de otras naciones.

Ahora bien, sentirse parte de un territorio y a la vez diferenciarse de otros, es una manera de sobrevivencia del presente natural y cultural, que nos ha legado nuestra Independencia de España, así como contener los intereses expansionistas de otras naciones dominantes como Francia, Inglaterra y Estados Unidos. De cualquier modo, la defensa del territorio, es una práctica que se ha dado a través de los tiempos, de ello ha dependido la sobrevivencia de muchos grupos humanos, de su Historia, de la concepción y del recuerdo del pasado, ello ha determinado su relación con otros grupos que habitan los mismos territorios al mismo tiempo.

comprender el presente

En primer lugar destaquemos que el conocimiento de nuestro pasado histórico cumple la función de comprender la sociedad mexicana actual; es decir, no podemos concebir nuestros antecedentes temporales como algo ajeno y separado de lo que ahora somos, al contrario, el pasado nos constituye y explica lo que somos, nos ayuda a comprender y a dar sentido a nuestras vidas y tiene una gran influencia en la concepción que tenemos del mundo en que vivimos; por ello es importante nuestro origen y pasado histórico.

Al mismo tiempo los intereses particulares en este presente definen las preguntas y los cuestionamientos que se hagan al pasado. La Historia como interpretación siempre parte de un interés particular en el presente. Así, por ejemplo, los movimientos sociales de los años 1960-1970 como el feminista, estudiantil o de los afroamericanos, requirió una nueva interpretación de los hechos históricos relacionados con la mujer, la juventud y la esclavitud en los siglos anteriores al XX. Así el “presente” de los años 1960-1970, definió la forma científica (Historia) de cómo ver el pasado (historia).

Indígenas mexicanos de Chiapas*
construir un futuro

La historia científica nos brinda la posibilidad de tener la certeza de que la humanidad no marcha con rumbo desconocido, que podemos convertirnos en sujetos activos al interior de la sociedad, apoyando los cambios y las continuidades que nos parezcan pertinentes y dentro del proceso de formación de nuestro futuro podemos planear y llevar a cabo los proyectos necesarios para alcanzar las metas que nos hemos trazado.

México balanceando entre América del Norte y del Sur*