Formas de trabajo

Las formas de trabajo en la Nueva España

Trabajo indígena

Durante la época colonial predominaron tres formas de trabajo: 1. La encomienda; 2. El repartimiento y 3. El peonaje.

La encomienda

La encomienda, fue la primera forma de explotación del trabajo indígena y consistió en la consignación de un grupo de indígenas a los que se les llamó encomendados, que debían prestar servicios en construcciones, cultivos de tierra, labores en minas, servicios domésticos y pagar tributo en dinero o en especie a los españoles, llamados encomenderos. A cambio, los españoles estaban obligados a dar protección, doctrina cristiana y buen trato a los indígenas encomendados.

Hernán Cortés, otorgó las primeras encomiendas a los conquistadores. De acuerdo con las leyes, los indios encomendados fueron considerados hombres libres conservando sus tierras y bienes. En la práctica, sin embargo, las leyes de protección a los indígenas fueron letra muerta; los indígenas fueron brutalmente explotados y mantenidos en condiciones de esclavitud y fueron despojado de sus tierras.

La encomienda tuvo importancia en las zonas de alta densidad demográfica, en la región que comprendió Mesoamérica, y principalmente en el trabajo agrícola. A partir de 1570 fueron prohibidos los servicios personales de los encomendados y hasta 1720 esta institución fue abolida legalmente.

El repartimiento o cuatequil

El repartimiento o cuatequil, establecido a finales del siglo XVI, consistió en el trabajo forzoso de todos los indígenas varones con edad entre los 14 y 60 años, de acuerdo a las necesidades de los dueños de obrajes, agricultores, ganaderos y mineros.

El trabajador recibía un salario proporcional a cada provincia y al tipo de trabajo desempeñado. Legalmente, se efectuaba por tiempo limitado de una semana y de manera rotativa, se repartía uno de cada 25 hombres, y el sistema estaba a cargo de un juez repartidor (oficial real).

El repartimiento fue más apropiado en el trabajo agrícola ya que no requería de mano de obra calificada. Por la explotación excesiva y por el crecimiento de la contratación de mano de obra libre, fue abolido legalmente en 1632, aunque en la Ciudad de México se mantuvo para ciertas obras públicas.

El peonaje

El peonaje, es el nombre que recibió, en teoría, la forma de trabajo asalariado libre, surgió en la segunda mitad del siglo XVI. Con la introducción de trabajo asalariado en las minas, el trabajo libre se fue incrementando rápidamente y los trabajadores fueron llamados gañanes o peones.

La consolidación del peonaje se dio por varios motivos: la expansión de las haciendas; el auge de la minería; el incremento de la población mestiza no sujeta a las leyes de protección; y por la disminución de la población indígena. Durante el siglo XVII, fue adquiriendo la modalidad de peonaje por deudas, en donde el patrón adelanta una suma de dinero a los trabajadores y cuida de que la deuda no se termine de pagar nunca, por lo que los trabajadores al morir heredaban las deudas a sus hijos, estos a su vez a sus hijos, y así sucesivamente.

Este sistema por deudas se generalizó rápidamente en las haciendas agrícolas, persistiendo hasta la actualidad en algunas regiones del país.

Ahora realiza el ejercicio 6.