Contexto mundial

Contexto

A finales del siglo XIX se aceleró la expansión del capitalismo; los países más desarrollados técnica y científicamente como Gran Bretaña, Francia, Holanda, Bélgica y posteriormente Estados Unidos y Alemania extendieron su hegemonía a todo el mundo, apropiándose de la riqueza y los recursos naturales de los países de África, Asia y Latinoamérica (necesarios para la industria), mediante el comercio desigual, las presiones diplomáticas, las intervenciones militares y la transferencia de recursos a través de inversiones y préstamos.

Con la independencia de los países Latinoamericanos, las potencias capitalistas vieron la oportunidad de incidir en los recién creados países, implementando diferentes mecanismos de intervención tanto económicas, como políticas y militares agudizando la inestabilidad de los nuevos países y dificultando la conformación de Estados nacionales.

La expansión capitalista se presentó en dos etapas en el siglo XIX:

Primera Revolución Industrial


Maquina a vapor

La Primera Revolución Industrial de 1750/70 a 1850. Se caracterizó por el aumento de la explotación del carbón mineral y el hierro, la máquina de vapor y el aumento de talleres y fábricas, aumentado con ello la producción de mercancías. Los países europeos fueron los más dinámicos, principalmente Inglaterra donde se desarrolló primero la Revolución Industrial (desde el siglo XVIII). Estos países, para mantener su desarrollo económico, necesitaban contar con materias primas abundantes y baratas, y un mercado cautivo para vender sus mercancías, ambas condiciones las obtuvieron de los “nuevos” países latinoamericanos, a quiénes condicionaron el reconocimiento como Estados soberanos.

Segunda Revolución Industrial


Ferrocarril

La Segunda Revolución Industrial De 1870 a 1914 se desarrolló la gran industria con un mayor número de fábricas y trabajadores asalariados, fue la era del ferrocarril y el acero, e inicia la del petróleo y la electricidad. Esta Segunda Revolución Industrial fue posible gracias a una mayor explotación de las materias primas y de fuerza de trabajo de todo el mundo, que llevó a las potencias capitalistas, incluidas las de reciente desarrollo como Estados Unidos, Alemania y Japón, a constantes disputas por el control de los mercados y los recursos naturales. Esta etapa del capitalismo se conoce como Imperialismo y se caracteriza por la aparición de los monopolios, el capital financiero y el fin del reparto del mundo entre las potencias.


Pirámide el sistema capitalista

En este contexto mundial adverso, los países hispanoamericanos, incluido México, lograron su independencia sin ayuda del exterior y con la oposición de España, que les negó el reconocimiento, y el restablecimiento del “viejo orden” por el Congreso de Viena (1814) y la Santa Alianza, cuya ideología dominante fue el conservadurismo. A diferencia de los Estados Unidos, México no obtuvo el apoyo financiero y militar de otros países como Francia y España para independizarse.

La expansión de las potencias capitalistas en su afán por establecer su hegemonía política, económica y militar a los “nuevos” países de América Latina, generó constantes disputas. Las naciones europeas, que tenían el control del comercio mundial, de las materias primas y de las líneas de comunicación. Los países de desarrollo tardío como Alemania, Estados Unidos y Japón, en cambio, trataban de impedir o limitar el crecimiento de sus rivales, en aras de su propia expansión colonial.

Ahora realiza el ejercicio 1.