Intervención francesa

Segunda Intervención francesa (1861-1863)

Una vez que los liberales triunfaron en la Guerra de Reforma, se comenzó por la formación del gobierno y la asamblea legislativa declaró presidente constitucional a Juárez en junio de 1861.


Benito Juárez vuelve al poder

 

En este contexto la reconstrucción económica fue prioritaria en dos aspectos:

  1. La creación de una infraestructura económica sólida
  2. El saneamiento de las finanzas públicas

El erario carecía de recursos por tener que solventar los gastos del crecido ejército (25 mil soldados), y a esto se aunaban la falta de un sistema hacendario y el pago de la deuda externa. La venta de los bienes de la Iglesia nacionalizados y la reducción de los salarios de los burócratas (2 mil empleados) tampoco contribuyeron suficientemente a la reconstrucción.

 

Ante la necesidad de disponer de recursos financieros, el Congreso decretó el 17 de junio de 1861 la suspensión del pago de la deuda pública por dos años. Esta medida provocó la fehaciente protesta de los representantes en México de los acreedores internacionales y en consecuencia el Estado decidió reanudar el pago del mismo en noviembre de 1861.

La deuda más grande era con Inglaterra. Por ello, Inglaterra, Francia y España -“la Alianza Tripartita”- se reunieron en la Convención de Londres el 31 de octubre de 1861  para definir las medidas a tomar en México. En este lugar acordaron que actuarían juntos para cobrar los adeudos (Inglaterra reclamaba 70 millones de pesos, Francia 27 y España 10) sin invadir o intervenir directamente en México, además de controlar las aduanas de Veracruz y Tampico para asegurar el cobro de las cantidades que se les adeudaban.

En diciembre de 1861 y en los primeros días de 1862 los tres aliados desembarcaron en Veracruz, y enseguida sus representantes acordaron los  Tratados Preliminares de La Soledad (19 de febrero de 1862) en los que se comprometían, entre otras cosas, a no atentar contra la independencia, soberanía e integridad del territorio mexicano.



 

 


Tratados Preliminares de la Soledad” y su desconocimiento por Francia.


Batalla de Puebla, 5 de mayo de 1862

 

Sin embargo, ante la reiteración del gobierno mexicano a su decisión de reanudar el pago de la deuda, las fuerzas españolas liderados por el general juan Prim e inglesas se reembarcaron a sus respectivos países, mientras que las fuerzas francesas al mando del general Lorencez, siguiendo órdenes del emperador Napoleón III, avanzaron de Córdoba a Orizaba en abril de 1862 iniciándose así el conflicto armado entre México y Francia.

Los franceses marcharon desde abril sobre el centro del país, pese a que el 5 de mayo de 1862 en Puebla de los Ángeles se derrotó a uno de los ejércitos más equipados y prestigiados de la época. Los franceses, reforzados con tropas al final del mismo año, lograron tomar Puebla el 17 de mayo de 1863 y la capital mexicana el 10 de junio de 1863.

La caída de México en manos de Francia debe comprenderse en el contexto del imperialismo capitalista y el objetivo de Napoleón III de establecer su dominio sobre América, mientras que los Estados Unidos de América se vieron envueltos en la Guerra de Secesión entre los habitantes del Norte y Sur (1861-1865). Asimismo la Doctrina Monroe de “América para los Americanos” no podía aplicarse. Las tropas francesas contaban además con el apoyo de la mayoría de los conservadores y algunos liberales que veían inútil la resistencia.



 

 

Puedes revisar el mapa Intervención francesa en el Atlas Histórico de México