Resulta difícil situar históricamente el origen de la palabra “Oriente” para señalar a los pueblos y culturas asiáticas. Pero lo cierto es que se trata de una noción que fue acuñada en Europa mucho antes de que los europeos descubrieran la existencia del continente americano. Esta palabra designaba la región que se encontraba en el punto más oriental del mundo hasta entonces conocido por ellos. Este concepto continuó usándose por siglos para hablar de los “otros”, aquellos que no eran europeos ni cristianos. La colonización de Asia por parte de Europa en el siglo XIX afianzó aún más el uso de este término, el que se relacionó con lo “exótico”, y hoy en día se le sigue usando en oposición a “Occidente”, es decir, los pueblos y culturas de origen europeo. Si “Oriente” designa a Asia, “Occidente” se refiere a Europa y Estados Unidos, así como a los países que fueron conquistados por ellos y en los que se trasplantó la cultura europea de manera decisiva. En ese sentido, “Occidente” y “Oriente” manifiestan un punto de vista eurocentrista.

Veamos cómo lo explica una historiadora mexicana:

También los conceptos de Norte-Sur manifiestan una perspectiva histórica relacionada con los procesos de dominación política y de expansión del capitalismo. El “Norte” suele identificarse con los países de mayor desarrollo económico capitalista, justamente aquellos que conquistaron a América Latina, África y Asia e impusieron sus relaciones de dominación económica (un proceso que inicia en el siglo XVI y continúa hasta el XX). En contrapartida, el “Sur” se refiere a los países menos desarrollados en términos del capitalismo, dependientes económica y tecnológicamente del “Norte”. Si lo vemos en un mapa, el “Norte” son los países de “arriba” y el “Sur” los países de “abajo”. ¿Qué crees que significa esto? ¿Cómo puede interpretarse?

Estos conceptos también han sido cuestionados, pues el norte y el sur, en realidad, deben entenderse como puntos cardinales que están en relación con los polos magnéticos del planeta Tierra, y no con un “arriba desarrollado y dominante” o un “abajo subdesarrollado y dependiente”. En cualquier caso, hay que entender que estos conceptos espaciales son construidos por los seres humanos, que guardan un significado político y que no se refieren a coordenadas geográficas específicas