El Estado-nación mexicano
La constitución de un Estado nacional mexicano fue una tarea difícil que se realizó a lo largo del siglo XIX y principios del XX, concretamente hasta después de la Revolución de 1910. Durante la primera mitad del siglo XIX fueron los años más intensos y violentos.
De manera inmediata, la independencia de México sólo existió en el papel. Hacia 1821 no estaban las instituciones virreinales, con excepción de la Iglesia y el ejército que se mantuvieron como instituciones dominantes. La independencia no modificó las características de la sociedad colonial, cuya población siguió dividida en estratos sociales, incomunicada y aislada en diversas regiones a lo largo de un extenso territorio.
Pasaron varias décadas para que los grupos políticos que se disputaban el poder crearan las instituciones y el gobierno capaz de conjuntar (que no integrar) o imponerse a las diferentes tradiciones de grupos étnicos, a las diferentes regiones geográficas, y a los diferentes intereses.
De acuerdo con la Doctora Andrea Revueltas en la construcción del Estado nacional mexicano podemos distinguir las siguientes etapas (Revueltas, A. (1992):