Introducción
El siglo XIX fue un periodo de grandes avances científicos y de innovaciones tecnológicas que permitieron que la humanidad adquiriera un conocimiento más certero sobre la naturaleza y en ese sentido, lograse un mayor control de fenómenos de los que antes se desconocía su origen y dinámica reales. La enorme cantidad de inventos de todo tipo transformó las formas en cómo el hombre se transportaba, comunicaba, informaba, peleaba, creándose un espacio socio-cultural de vida, fruto de su inventiva, que trastocó todas las relaciones sociales, económicas y políticas. Se pasó de una sociedad rural a una urbana, con la consiguiente modernización del espacio citadino, cuna de la mentalidad y formas de vida burguesas.
En este periodo se desarrollaron tres grandes corrientes artísticas: el Romanticismo, el Realismo y el Impresionismo, que reflejaron en sus motivaciones las características de la cambiante y revolucionada sociedad del siglo XIX, marcada por una nueva sensibilidad y formas de concebir al mundo y al individuo de las que somos herederos.