La confederación germánica
Antes del proceso de unificación, lo que ahora conocemos como Alemania estaba dividida en más de 38 principados, ducados y estados dentro de los que destacan Baviera, Sajonia, Wuerttemberg, Hanover, Schleswig-Holstein, así como Austria y Prusia. Sobre estas últimas recaía la importancia económica y política.
La unificación fue un proceso patriótico que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XIX y que culminó con la creación del Imperio Alemán el 18 de enero de 1871. Uno de los motivos que llevaron a la unión de este imperio fue la necesidad de evitar la llegada masiva de productos ingleses a la Confederación Germánica. Ésta implicaba pérdidas para el desarrollo industrial y la consolidación del mercado interno impulsado por la aristocracia terrateniente (los junkers) de Prusia y la burguesía industrial de la cuenca del Ruhr, importante productora de carbón y acero, ambos necesarios para el siguiente proceso de desarrollo capitalista que ya imperaba en Europa.
Puedes ver el territorio conocido como confederación germánica después de la unificación alemana en el siguiente mapa:
La confederación germánica (1815-1866)
1864 - 1867
1870 - 1871
Confederación Germánica (1815-1866)
Imperio alemán en 1871
Territorios anexionados y/o asociados a Prusia
Puedes hacer clic sobre el mapa para verlo más de cerca.
Antes de continuar la exposición, es importante que consultes el siguiente fichero, en él verás algunos conceptos que explican la historia de la unificación de Alemania.
El término de Deutsches Reich se mantuvo como nombre oficial de Alemania, hasta el periodo nazi, cuando fue cambiado a Großdeutsches Reich ("Gran Imperio Alemán").
Durante sus 47 años de existencia, el Imperio alemán surgió como una de las economías industriales más poderosas de la Tierra y una gran potencia, hasta que se derrumbó después de su derrota militar en la Primera Guerra. Su lema nacional es Gott mit uns "Dios con nosotros".
El poder ejecutivo residía en el emperador, o Káiser (del emperador romano César). El canciller era el comandante en jefe supremo de las fuerzas armadas y el árbitro final de todas las relaciones internacionales. Oficialmente, el canciller era un gabinete de un solo hombre y era responsable de la conducta de todos los asuntos del estado, como la burocracia de altos funcionarios a cargo de campos, las finanzas, la guerra, las relaciones internacionales, etc.