Economía

Economía en Mesoamérica

La economía de los pueblos mesoamericanos se sustentó principalmente en el trabajo humano, al no contar con máquinas o animales de carga. La propiedad y el cultivo de la tierra eran principalmente comunitarios. Las principales fuentes de subsistencia fueron la agricultura, la caza y recolección, la pesca, el comercio y el tributo.

La agricultura

Técnicas agrícolas de los mexicas. Códice Florentino.

Técnicas agrícolas: incluyen irrigación de varios tipos, uso de fertilizantes, uso de la coa o bastón plantador, chinampas, terrazas para cultivo, aprovechamiento de las riberas de los ríos y, a veces, siembras en pequeños agujeros excavados en la roca.

La subsistencia en la época prehispánica se basó principalmente en la agricultura. De acuerdo con Enrique Semo cuatro plantas dominaron en la agricultura mesoamericana: el maíz, el frijol, la calabaza y el chile. En menor medida destacaron el aguacate, el amaranto, la seta y el agave. El maíz fue el producto agrícola por excelencia porque era posible de cosecharla 2 a 3 veces al año y aprovechar cada parte de la planta: los granos para la masa, la sopa y algunas bebidas; las hojas para envolver comida, cocinar o adornar; el tallo, olote y los cabellitos para la elaboración tés en caso de infecciones gástricos.

Mexicas comiendo, Códice Florentino.

El maguey fue otro cultivo que se utilizaba en su totalidad: del líquido de su corazón se preparaba octli o pulque y se elaboraba el aguamiel; de sus pencas se extraían fibras para hacer telas, cordeles, calzado y papel, además de endulzante que se puede comer fresco o en forma de miel y un azúcar llamado chancácatl; las espinas se utilizaban como agujas y los gusanos de maguey se degustaban como comida. El nopal se utilizaba al igual que su fruto la tuna para la comida y del insecto cochinilla se extraía un tinte rojizo para colorear telas, murales y códices.

Las formas de propiedad y cultivo de la tierra variaron en las distintas regiones de Mesoamérica. Gracias a las fuentes históricas, la situación de la civilización mexica es la más conocida. En el mundo mexica la tierra pertenecía a todo el pueblo y el usufructo, el producto del trabajo, le pertenecía al hombre que la trabajaba. El usufructo de la tierra se heredaba a los hijos y en el caso de quedarse sin descendencia, volvía al pueblo para ser distribuida nuevamente.

Las principales técnicas agrícolas fueron:

  1. Roza y quema: la vegetación de un terreno se cortaba y quemaba, para después sembrar la semilla. La producción agrícola depende de la lluvia. La ocupación del suelo es temporal, pasados un par de años, las cosechas disminuyen drásticamente y la parcela debe dejarse descansar durante varios años (entre cuatro y seis años); por lo tanto el agricultor debe desmontar y montar continuamente nuevos terrenos.
  2. Agricultura extensiva con sistemas de riego. Éstos incluían canales, diques, presas, derramadores, depósitos pluviales, etc. El agua se hacía llegar por la gravedad, a través de una red de canales hasta las parcelas. En el sistema de agricultura intensiva se practicaba la asociación, rotación y escalonamiento de cultivos. Las tierras requerían de un descanso corto, de uno o dos años,
  3. Sistema de terrazas: en Monte Albán y las ciudades maya en algunos valles del sur.
  4. Sistema de chinampas: especialmente en el Valle de México que es un tipo de balsa hecha con troncos y varas sobre la que se deposita tierra vegetal para cultivar en  ella flores y verduras.

El comercio

Las distintas regiones geográficas de Mesoamérica poseían –debido a sus características ecológicas y físicas- materias primas y productos que se demandaban y se intercambiaba entre culturas y regiones. Se ha evidenciado que a lo largo de las redes de comercio el flujo de productos de lujo como de consumo básico (alimentos, instrumentos y recursos naturales).

Así, en el Preclásico los olmecas de la costa del Golfo de México obtenían espejos de ilmenita desde los valles centrales de Oaxaca, piedras verdes de Guerrero y serpentina y jade de Honduras. En la región de Mezcala (Guerrero) se ha encontrado turquesa proveniente de los Estados Unidos que se han datado alrededor de 600 a.C.

A partir del clásico, con los teotihuacanos, se intercambiaban productos en todos los rincones de Meso, Oasis y Aridoamérica. En esta etapa (200-900 d.C.) el cacao, las mantas y el oro adquieren la función de medios de cambio (“moneda”) y aumentan mucho las evidencias de intercambio. Importantes fueron la obsidiana y pedernal para fabricar herramientas y armas, piedra verde para tallar objetos ornamentales, cinabrio para pintar, pirita para tallar espejos, conchas, caracoles para fabricar trompetas y carapachos de tortuga utilizados como instrumentos de percusión, metates de basalto, herramientas de calcedonia y sílex, pieles de animales y las plumas preciosas de aves exóticas.

La práctica del comercio generó la formación de un grupo especializado para ese fin; entre los mexicas ese grupo se conoció a los comerciantes de élite como los pochtecas y entre los mayas ppolom. Los comerciantes se dejaban escoltar generalmente por guerreros y cargadores. Los cargadores o tamemes recorrían unos 25 km en un día, soportando un peso hasta de 20 kilogramos. Los trayectos totales que recorrían en una misión comercial podían llegar hasta los 500 km.

En la época de los mexicas (y posiblemente milenios antes) cada pueblo, cacicazgo o Estado tenía por lo general su propio mercado local. Algunos mercados funcionaban cada cierto número de días y los más grandes e importantes eran permanentes. Entre los mercados locales más conocidos y concurridos estaban los de Cholula y Tlatelolco.

La caza, pesca y recolección

Durante toda la época prehispánica la caza de animales silvestres y de aves, la pesca y la recolección de plantas, frutos e insectos tuvo especial importancia en la dieta de los pueblos mesoamericanos.

Caza de pelicano, Códice Florentino

Aves lacustres, Códice Florentino

A pie de las montañas se cazaban los venados de cola blanca y los conejos cola de algodón, que además de alimento se aprovechaban para hacer vestimentas, herramientas y armas con su piel y sus huesos. En los lagos se recolectaban “cabeza de negro, berros y epazote, con redes de mano se capturaban moscos, acociles y en el ayate, larvas. A pie del monte, tejocote, nopal, tuna“ (Serra Puche, M.C. (2006). La vida cotidiana de los antiguos mexicanos. En Gran Historia de México Ilustrada (2), 27.)

El tributo

Pago de tributo, Códice Florentino.

Una importante fuente de ingreso en las sociedades mesoamericanas complejas es el tributo que implicaba la entrega de recursos humanos (el trabajo) y materiales (cosechas, mercancias, etc.) a los grupos dirigentes. En el caso de los imperios las comunidades tenían que transferir grandes cantidades de bienes hacia los centros de poder. La dominación fue acompañada de un gran prestigio político y cultural de los estados poderosos, como fue el caso de los olmecas, teotihuacanos, zapotecos, mayas, toltecas y mexicas.

Algunos investigadores de la corriente historiográfica marxista consideran que en Mesoamérica se desarrolló el modo de producción asiático o despostismo tributario desde la época de los olmecas hasta la llegada de los españoles. De acuerdo con esta visión el sistema tributario permite la acumulación de riqueza, en ausencia de un desarrollo tecnológico importante, por vía de la conquista y el aumento de pueblos tributarios.

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