Ciudad de México

La Ciudad de México durante la segunda mitad del siglo XIX

Paseo de la Reforma durante el Porfiriato.

Fiel a los ideales capitalistas de la modernidad y al positivismo, los liberales mexicanos transformaron las urbes mexicanas a semejanza de las ciudades europeas. De acuerdo con los ideales ilustrados una ciudad moderna tendría:

  1. Orden y confort es decir simetría, amplias avenidas pavimentadas y espacios públicos.

  2. Seguridad o lo que equivalía a tener cuerpos policiacas y de bomberos; tener alumbrado.

  3. Limpieza, es decir tener un sistema de agua potable, drenaje, recolección de basura.

  4. Belleza o tener arquitectura estética, parques, zonas ecológicas y lugares de esparcimiento.

Una serie de acciones, leyes y campañas trataban de reorganizar las principales ciudades de la nación mexicana, siguiendo los ideales de la modernidad francesa. Las élites, en aquel entonces, vivían en los centros históricos y buscaban imponer su estilo de vida aristocrática o burguesa “civilizada”.

Distribución de la población urbana en 1900

 

El crecimiento urbano fue uno de los procesos más importantes durante el siglo XIX, muchos campesinos migraron a las ciudades para lograr mejores condiciones de vida
Puedes revisar el mapa " Distribución de la población urbana en 1900." en el Atlas Histórico de México.

Maximiliano de Habsburgo promovió el mejoramiento de la estructura urbana de la ciudad de México empedrando las calles, alumbrando el centro con gas, instalando relojes eléctricos, reparando canales y acequias, construyendo mercados y mataderos.


Zócalo entre 1885-1895. Abel Briquet (French, 1854-1896)

Durante el Porfiriato, se realizaron en la Ciudad de México construcciones como el museo del Chopo, el museo del Instituto de Geología, la Secretaría de Transportes y Comunicaciones (hoy Munal), el Edificio de Correos y Telégrafos,  el Colegio Militar, el Palacio de Lecumberri, el Palacio de Bellas Artes y las bases del nuevo Palacio de Justicia (Hoy Monumento de la Revolución transformado durante el cardenismo). Se construyeron colonias con casas porfirianas como en la Santa María la Ribera, la de Reforma, la Americana, la Condesa a finales del siglo XIX y en la Roma, la Juárez y Cuauhtémoc a principios del XX.

Se amplió la ciudad (8.5 km2 en 1858 y 40.5 km2 en 1910) y absorbieron los municipios aledaños como Azcapotzalco, Tacuba, Guadalupe, Tacubaya, Mixcoac, San Ángel, Coyoacán y Tlalpan.

Se construyeron grandes avenidas al estilo de los bulevares (avenidas) parisinas, se amplió el Paseo de la Reforma, se trazó la lujosa avenida Cinco de Mayo y se remodeló el jardín central del Zócalo. El alumbrado de gas de la época del Segundo Imperio se reemplazó en 1888 por iluminación eléctrica y en 1900 se inauguraron los tranvías eléctricos en lugar de los trenes impulsados por caballos y burros. Las calles se adoptaron para el paso de los 136 vehículos que había en 1903 y los 800 en 1906.


La antigua secretaría de transportes y comunicaciones (hoy Munal)

El traslado de un lado se acortó considerablemente, en la época de los carruajes el camino de Iztapalapa al centro histórico duraba 1 hora 20 minutos y en época de lluvias hasta 5 horas.

Para dotar la ciudad de un contexto histórico se alzaron el Monumento a la Independencia (1910) y toda una serie de estatuas a lo largo de Reforma como el Monumento a Cristóbal Colón (1877), el Monumento a Cuauhtémoc (1878-1887), los “Indios Verdes” Izcóatl y Ahuízotl (1891) y los héroes militares, científicos y educadores del siglo XIX; mientras tanto en el parque de la Alameda Central se erigió el Hemiciclo a Benito Juárez.

 

Palacio Braniff sobre el Paseo de la Reforma

Paseo de la Reforma en la década de 1860

El primer tramo del Paseo de la Reforma, entre Bucareli y Donato Guerra (a la derecha)

La segunda glorieta del Paseo de la Reforma que alberga el Monumento a Colón

La entrada del Paseo de la Reforma con los "Indios Verdes", que posteriormente se mudarán a varios otros sitios

La tercera glorieta del Paseo de la Reforma tiene este monumento al tlatoani Cuauhtémoc

Ángel de la Independencia sobre el Paseo de la Reforma

Avenida Cinco de Mayo, ciudad de México a principios del siglo XX

Tranvía en el Zócalo de la ciudad de México, ca. 1900

Desde 1863 por Joaquín de la Cantolla y Rico se hacían vuelos en globos aerostáticos; sus globos más famosos fueron el Moctezuma I, el Moctezuma II y el Vulcano que era muy vistoso por las cuatro grandes águilas que tenía dibujados y porque de la parte media colgaban ricos cortinajes rojos con flecos dorados.

Tívoli de San Cosmé, ciudad de México, 1873

 

En la ciudad se establecieron además comercios como las “Fábricas de Francia”, Sanborns, Sears, el Palacio de Hierro, etc. Las élites porfirianas se reunían alrededor de las carreras de caballos en el Hipódromo de Peralvillo; se paseaban con sus automóviles en el sur de la ciudad en San Ángel y Coyoacán; se reunían en los clubes como el Jockey Club (Casa de los Azulejos); paseaban en La Alameda Central o en el bosque de Chapultepec y desde 1902 remaban en su lago artificial; también acudían a las exhibiciones cinematográficas (desde 1895 en México).

Mientras tanto, en otras zonas de la ciudad se gozaba poco de los beneficios de la modernidad: carecían de servicios, de transporte y dominaban el hacinamiento y la suciedad de las calles enlodadas, la basura acumulada, así como en la suburbia hoy en día. Muchas calles inundadas tenían puentes, vigas para caminar encima o cargadores quienes llevaban a las personas en la espalda y cobraban a mitad de su trayecto, dejando caer a los que no pagaban.

La ciudad no logró los ideales de la modernidad, debido a los problemas sociales, la suciedad (la basura se llevaba en la noche por basureros y prisioneros) y la falta de abasto y principalmente de calidad de agua ya que los manantiales de Chapultepec, Santa Fe y Guadalupe Hidalgo no daban abasto o eran mal cuidados. En la ciudad de México en 1876 la esperanza de vida era tan solo de 24 años, la mitad de un habitante de París (Speckman, 206.). En 1901 la capital “contaba tan sólo con treinta baños públicos, uno por cada 12000 o 15000 habitantes” (idem. 209.) El delito mayor era el robo menor como timo, carterismo, raterismo y peleas cantineras; es de notar se Elisa Speckman señala también, que a diferencia de hoy, había pocos problemas con homicidios, pandillerismo y crimen organizado.

Canal de la Viga, 1899

La clase media asistía al béisbol, patinaban en el Tívoli del Eliseo y en otros salones, paseaban y remaban en el bosque de Chapultepec y en las noches se reunían en los cafés. Las clases populares, por su lado, se divertían en los circos como el Jordán o el Magnolia, en las trajineras y tranvías de la Viga, Xochimilco y Santa Anita. Se reunían en las cantinas y las pulquerías…

 

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