Ejercicio preguntas abiertas

Lee atentamente el siguiente texto y responde las preguntas. Al finalizar da clic en comparar para recibir retroalimentación.
“El control de la prensa porfiriana”
“Una tarde al entrar en el salón donde me concedió audiencia el caudillo, me crucé en la puerta con un conocido periodista. A propósito de ese encuentro, hablamos Díaz y yo acerca de los redactores de los diarios metropolitanos. Entonces me dijo que tenía a los periodistas a sus servicios como a perros drogos, listos para saltar al cuello de la persona que él designara. Los sentimientos del autócrata hacia el gremio plumífero pueden dividirse en tres clases: el desprecio, por juzgarlos venales y sin conciencia, el odio cuando se atrevían a atacarle, y el deseo de seducirlos, para que le defendiesen y loasen. Dominado por esos móviles, los compraba, encarcelaba y utilizaba según cada caso lo requería.
En los primeros tiempos de su gobierno, subvencionó a El Universal, a El Partido Liberal, a El Siglo Diez y Nueve y a La Patria. Después cambió de táctica y reconcentró sus liberalidades en un solo diario, El Imparcial, a cuyo frente puso a un paisano suyo, con un subsidio de mil pesos semanarios.
El Imparcial, que fue el periódico más parcial del mundo, era el órgano semioficial del gobierno. El oaxaqueño resultó ser un director admirable, inteligentísimo, buen administrador, sagaz y obediente. (…)
Los periodistas independientes, entretanto, no podían vivir, porque la competencia de El Imparcial los asfixiaba; y los de oposición eran encarcelados y arruinados, tenían sus imprentas incautadas y veían a sus empleados (cajistas, prensistas y hasta fijadores de anuncios) detenidos bajo pretexto de complicidad.”