Literatura

Literatura novohispana

Retrato de Sor Juana Inés de la Cruz en su estudio, pintura de Miguel Cabrera.

La literatura novohispana se desarrolló en tres periodos:

Literatura novohispana siglo XVI
El primer periodo abarca desde finales del siglo XV y todo el siglo XVI, donde la literatura se encuentra vinculada al momento de la conquista y la colonización, la producción más importante son cartas y crónicas, escritas por los conquistadores y los frailes evangelizadores.
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Hernán Cortés

Hernán Cortés escribió 5 cartas tituladas las Cartas de relación, redactadas entre 1519 y 1526, que contienen informes enviados al Emperador Carlos V, para relatar los sucesos que vive el conquistador, en ellas describe la expediciones de descubrimiento de México con Hernández de Córdoba, Grijalva, y la suya, así como los hechos ocurridos en Cuba, Cozumel, Centla y San Juan de Ulúa, la flora y la fauna de la región, los sacrificios humanos, la fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz y su nombramiento como “Capitán General y Justicia Mayor”. La carta fue llevada al rey por Francisco de Montejo (conquistador de Yucatán), junto con la carta se entregó el Quinto real y algunas piezas de oro, plumas exóticas, pieles, el Códice Troano y el Códice Cortesano conocidos popularmente bajo el nombre de Códice de Madrid.

Las cuatro siguientes cartas describen las riquezas de los mexicas, su alianza con totonacos y tlaxcaltecas, la matanza de Cholula, su entrada en Tenochtitlan, la prisión de Moctezuma, aspectos de la sociedad mexica, el tianguis, los alimentos, y algunas costumbres. La matanza del Templo Mayor, la Noche triste, La caída de Tenochtitlan, la toma de Tlaltelolco y la captura de Cuauhtémoc y solicita al rey su autorización para llamar a los nuevos territorios Nueva España.

Bernal Díaz del Castillo

Bernal Díaz del Castillo en su Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, El conquistador anónimo y Relación de la conquista narra el proceso de la conquista de México de una manera sencilla, ágil y directa, llena de detalles, descripciones de lugares, relatos de personajes, anécdotas, críticas y angustiantes acontecimientos de fatiga y peligros enfrentados. Sin embargo, el objetivo de su obra no fue precisamente el hecho de dar a conocer las hazañas de los españoles, su verdadero móvil fue que nunca se sintió bien retribuido por sus múltiples méritos. Su Historia Verdadera es una exagerada relación de méritos en la conquista de la Nueva España, haciendo hincapié en el poco mérito que Hernán Cortés les dio a sus soldados, verdaderos autores de la conquista. En la obra de Bernal Díaz del Castillo podemos encontrar relatos como el siguiente donde menciona la forma de alimentarse del emperador Moctezuma, Tlatoani de los Mexicas:

“en el comer, le tenían sus cocineros sobre treinta maneras de guisados, hechos a su manera y usanza y teniánlos puestos en braseros de barro chicos debajo, porque se enfriasen, y de aquello que Moctezuma había de comer guisaban más de trescientos platos (...) cotidianamente le guisaban gallinas, gallos de papada, faisanes, perdices de tierra, codornices, patos mansos y bravos (...) él sentado en un asentadero bajo, rico y blando, y la mesa también baja (...) allí le ponían sus manteles de mantas blancas (...) y cuatro mujeres muy hermosas y limpias le daban agua en unos xicales (...) y le daban sus toallas, y otras dos mujeres le traen el pan de tortillas”.

Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. Wikipedia. La enciclopedia libre.

Crónicas de frailes

También algunos frailes escribieron la historia desde su punto de vista: Bartolomé de las Casas, en su Historia de las Indias y Relación de la Destrucción de las Indias informa los delitos cometidos por los gobernantes españoles. Fray Toribio de Benavente, llamado “Motolinia”, escribió la Historia de los indios de la Nueva España, haciendo una defensa de los indígenas mexicanos ante los abusos de los españoles. Jerónimo de Mendieta redactó la Historia eclesiástica indiana; Juan de Torquemada el misionero, anotó la Monarquía indiana, donde escribe sobre la cultura antigua mexicana, en particular sobre las culturas mexica, totonaca, purépecha y huasteca y el cambio de sus costumbres después de la evangelización. Se apoyó en códices, manuscritos, tradición oral y en lo que ya habían escrito los cronistas. José de Acosta, en Historia natural y moral de las Indias, resalta la riqueza de la naturaleza del territorio descubierto y la mansedumbre de sus habitantes, engrandece admirado la habitabilidad del lugar y justifica el papel evangelizador de la conquista. En su Historia General de las Cosas de Nueva España, también conocido como el Codex Florentino, Fray Bernardino de Sahagún (1499-1590) recopila todo el conocimiento acerca de la civilización mexica hasta la conquista. Fray Diego de Landa realizó la misma tarea de Sahagún para la civilización maya de Yucatán, después de haber quemado todos los códices antiguos mayas en su Relación de las Cosas de Yucatán.

Crónicas indígenas o mestizas

Los cronistas indígenas también escribieron sobre su cultura tal es el caso de Hernando Alvarado Tezozomoc con su Crónica mexicana y Crónica mexicayotl y Fernando de Alva Ixtlilxochitl que escribió Historia Chichimeca. Historia de Tlaxcala de Diego Muñoz Camargo que cuenta la historia de esta región hasta la conquista. Códice Ramírez y los Anales de Cuauhtitlán de autor desconocido.

Obras científicas

En Antigüedades de la Nueva España el español Francisco Hernández recopila entre los años 1571-1577, por encargo del rey español Felipe II de Habsburgo, la historia natural y arqueológica de nuestro territorio.

Poesía

En el siglo XVI destacan el poeta Francisco de Terrazas (1525-1600) y Fray Miguel de Guevara (1585-1646). Terrazas fue hijo de un conquistador y construye un poema épico: Nuevo mundo y conquista. Pero antes se dedicará a realizar sonetos clásicos, donde enumera de forma descriptiva el rostro de la mujer amada, exalta su belleza de acuerdo con los cánones de la época: piel blanca, dientes de perla, labios de coral, pelo rubio y luz en los ojos. Al final el amante despechado descargará calificativos por la crueldad e ingratitud de la persona amada, reduciendo su belleza a dones prestados que no merece por ser tan dura con él. Guevara fue pariente de Hernán Cortés. Realizó estudios de lenguas autóctonas, en especial del matlazinga; escribió vocabularios en tarasco y náhuatl. Entre sus obras se encuentran: Arte doctrinal y modo general para aprender la lengua matlazinga, Levántame señor.

Literatura novohispana siglo XVII
El segundo periodo incluye el barroco literario desarrollado a todo lo largo del siglo XVII. En este periodo encontramos autores notables en la poesía, la lírica, la narrativa y la dramaturgia. Los representantes más importantes de esta corriente fueron: Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza, Sor Juana Inés de la Cruz, Carlos de Sigüenza y Góngora y Bernardo de Balbuena, Miguel de Guevara y Francisco Ramón entre otros.

Los rasgos más importantes del barroco literario son: el contraste, la utilización de la tesis y la antítesis, los juegos literarios con anagramas, emblemas y laberintos, el gusto por la exageración (hipérbole). Sus temas son variados, en general abordan los contrastes entre sentimiento y razón, sabiduría e ignorancia, cielo e infierno, pasión y calma, temporalidad, la vanidad de la vida, lo aparente y lo verdadero, lo divino en todas sus formas, lo mitológico, lo histórico, lo erudito, lo moral, lo filosófico, lo satírico.

Por ejemplo, en el siguiente soneto de Sor Juana Inés de la Cruz se puede observar, tanto en el tema como en las palabras usadas, que está plasmada una contradicción.

Traigo conmigo un cuidado
y tan esquivo que creo
que aunque se sentirlo tanto, aun yo misma no lo siento. Es amor, pero es amor
que faltándole lo ciego,
los ojos que tiene son
para darle más tormento.
(Sor Juana Inés de la Cruz)
Bernardo de Balbuena (1562-1627)

En 1593 escribió Grandeza mexicana, amplio poema en tercetos encadenados en elogio de la capital del Virreinato. El libro aparece en 1604, dedicado a Doña Isabel de Tobar y Guzmán, de quien el poeta estaba enamorado. En 1608 publicó su novela Siglo de Oro en las Selvas de Erífile, en ella figura un pequeño elogio de México. Francisco Cervantes de Salazar (¿1514?-1575). Entre sus obras más destacadas se encuentran Crónica de la Nueva España, también el Túmulo imperial de la gran ciudad de México, en que se refieren las ceremonias llevadas a cabo en México en memoria de Carlos V. y Diálogos latinos, de tema mexicano destinados a la enseñanza del latín.

Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza (1580-1639)

Sin duda uno de los principales representantes del barroco literario novohispano. Dramaturgo mexicano que, aunque nacido en México, es considerado una de las figuras más destacadas del teatro español de los Siglos de Oro. Estudió en la Universidad de México y se trasladó a España en 1600, donde se graduó de bachiller en Cánones en el mismo año, y en Leyes, en la Universidad de Salamanca.

Sus obras: Los favores del mundo, La industria y la suerte, Las paredes oyen, El semejante a sí mismo, La cueva de Salamanca, Mudarse por mejorarse, Todo es ventura, El desdichado es fingir, Los empeños de un engaño, El dueño de las estrellas, La amistad castigada, La manganilla del Melillá, Ganar amigos, La verdad sospechosa, El anticristo, El tejedor de Segovia, Los pechos privilegiados, La prueba de las promesas, La crueldad por el honor, El examen de maridos, Quien mal anda en mal acaba, La culpa busca la pena, El agravio de la venganza, No hay mal que por bien no venga.

Sor Juana Inés de la Cruz (1/3)

La principal representante de esta corriente literaria fue Juana Inés de Asbaje y Ramírez, mejor conocida como Sor Juana Inés de la Cruz. Nació en San Miguel de Nepantla, Estado de México, en 1651. Ha sido considerada como la mayor figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. Niña prodigio, aprendió a leer y escribir a los tres años, y a los ocho escribió su primera loa, fue dama de honor de Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo. Apadrinada por los marqueses de Mancera, sobresalió por su erudición y habilidad para hacer versos.

En 1667 ingresó en un convento de las carmelitas descalzas de México y después al convento de la Orden de San Jerónimo. Parece ser que sor Juana prefirió el convento al matrimonio con el objetivo de seguir sus afectos intelectuales, escribió: “Vivir sola... no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros”. Murió mientras ayudaba a sus compañeras durante la epidemia de cólera que asoló México en el año 1695. La poesía del Barroco alcanzó con ella su momento culminante, y al mismo tiempo introdujo elementos analíticos y reflexivos que anticipaban a los poetas de la Ilustración del siglo XVIII.

Sor Juana Inés de la Cruz (2/3)

Sus obras completas se publicaron en España en tres volúmenes: Inundación castálida de la única poetisa, musa décima, sor Juana Inés de la Cruz en 1689, Segundo volumen de las obras de sor Juana Inés de la Cruz en 1692 y Fama y obras póstumas del Fénix de México en 1700.

Perdida gran parte de su obra, destaca en la poesía de sor Juana, numerosas composiciones profanas en redondillas, endechas, liras y sonetos, como las de tema amoroso. También abunda la temática mística, mención especial merece Primero sueño, poema de casi mil versos en el que describe, de forma simbólica, el impulso del conocimiento humano que rebasa las barreras físicas y temporales para convertirse en un ejercicio de puro y libre goce intelectual. Su trabajo poético se complementa con varios villancicos. En la dramaturgia escribió dieciocho loas, dos sainetes, la comedia Los empeños de una casa y Amor es más laberinto, un sarao o fin de fiesta, así como tres autos sacramentales: El divino Narciso, San Hermenegildo y El cetro de San José.

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La prosa de la autora es menos abundante, pero brillante, integrada por textos devotos como la célebre Carta athenagórica de 1690, y la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz de 1691, escrita para responder el llamado que le hizo, firmando con ese seudónimo, el obispo de Puebla para que frenara su desarrollo intelectual. La carta constituye una fuente de primera mano que permite conocer aspectos de su vida y de su perfil psicológico. Su celda se convirtió en punto de reunión de poetas e intelectuales, como Carlos de Sigüenza y Góngora, el virrey Tomás Antonio de la Cerda, Marqués de la Laguna, y de su esposa, Luisa Manrique de Lara, condesa de Paredes, con quien le unió una profunda amistad.

Es conocida como la Décima Musa o El Fénix de América. Poetisa mexicana que luchó a favor de la educación para la mujer, sus esfuerzos dieron fruto al inaugurarse en 1767 el Colegio San Ignacio de Loyola, conocido como “de las Vizcaínas” en el siglo XVIII. Sor Juana no pudo verlo, pero su trabajo repercutió no solo en la educación femenina sino en la divulgación científica, filosófica y literaria que caracterizaría el final del siglo XVIII, haciendo eco de la ilustración europea, los aires de cambio se dejaban sentir, la producción de la Gaceta de literatura, fundada por José Antonio Alzate en 1788 era muestra de las repercusiones del liberalismo francés que circulaba entre la intelectualidad mexicana.

Literatura novohispana siglo XVIII
El tercer periodo de la literatura novohispana se ubica en el siglo XVIII, donde surgieron escritores ilustrados y clasicistas como:
Diego José Abad y García (1727- 1779)

Nació en Jiquilpan, Michoacán el 1 de junio de 1727. Fue teólogo, poeta e intelectual. Estudió filosofía en el Colegio de San Ildefonso en la ciudad de México, maestro reformador de la enseñanza filosófica, vivió en el siglo XVIII novohispano, heredero del barroco, y teniendo como influencia las ideas ilustradas, se destacó promoviendo el espíritu de la “nacionalidad mexicana".

A edad temprana ingresó a la Compañía de Jesús, fue director del Colegio de Querétaro, participó en el grupo "pleni-ilustrado" de Francisco Javier Alegre, Campoy, Francisco Javier Clavijero y otros criollos, pero no se sentían ya españoles sino mexicanos, por derecho de cultura, y así lo proclaman con noble orgullo en la portada de sus obras. Cuando los jesuitas fueron expulsados en 1767, se exilió en Italia, estableciéndose en Ferrara, fue dejando en sus trabajos el testimonio de amor entrañable a la patria mexicana, pleno de sentimiento, nostalgia y tristeza. Dejó algunos apuntes en ciencias exactas, tradujo algunas églogas (odas, poemas) de Virgilio, escribió en italiano el Tratado del conocimiento de Dios. Después de su muerte se publicó la edición definitiva de su más divulgada obra, De Deo deoque homine heroica, recopilación teológica en latín escrita en verso.

Francisco Javier Alegre (1729-1788)

Nació en el Puerto de Veracruz el 12 de noviembre de 1729. Jesuita, historiador, geógrafo, traductor, y creador de obras de gran interés sobre diversos temas. Estudió en el seminario de San Ignacio, en Puebla, y en 1747 ingresó a la Compañía de Jesús. Su formación abarcaba la cultura clásica, la filosofía antigua, medieval y moderna, la teología y las matemáticas. Fue un gran latinista y aprendió los idiomas hebreo, griego, francés, italiano, inglés y náhuatl. Ejerció como profesor de gramática y humanidades, fue llamado en 1764 al Colegio de San Ildefonso para integrarse al grupo que definiría la reforma de los estudios, y se le comisionó para escribir la Historia de la provincia de la Compañía de Jesús de Nueva España, que se publicó en México en 1841-1842, destaca por la importante recopilación de datos sobre la evangelización en México llevada a cabo por los jesuitas y por su cuidadoso estilo.

Con la expulsión de la orden en 1767, se le confiscaron sus escritos y acusado de traición al rey, fue llevado prisionero y exiliado a Bolonia, Italia, donde escribió la mayor parte de sus obras, entre ellas, El arte de la retórica y una epopeya en latín titulada Alexandriada que aborda la conquista de Tiro por Alejandro Magno. También fue autor de una versión en versos latinos de la Iliada de Homero titulada Homeri illias latino carmine expresa, y de una Carta geográfica del hemisferio mexicano, que mostró aspectos desconocidos del continente Americano. Falleció en Bolonia en 1788.

José Joaquín Fernández de Lizardi (1776-1827)

Escritor mexicano que adoptó el seudónimo de El pensador mexicano nombre que llevará el periódico que él funda y que Fernando VII suspende. En el México independiente dirige la Gaceta del Gobierno. Su obra es, al mismo tiempo, política, literaria, periodística, sociológica, historiográfica y lingüística. Es considerado el primer novelista de América al crear en 1816 la encantadora e instructiva obra El Periquillo Sarniento. Su trabajo narrativo refleja su postura crítica, principalmente El Periquillo Sarniento y La Quijotita y su prima (1818). Cultivó, la poesía y el teatro. Su autobiografía, Noches tristes y día alegre (1818), contiene según algunos autores los primeros gérmenes del romanticismo mexicano.

El Periquillo Sarniento demuestra la habilidad del autor para describir la vida y las costumbres pintorescas en las postrimerías de la Nueva España, al mismo tiempo que incidía en sus esfuerzos moralizantes y educativos. Fernández de Lizardi recrea el lenguaje peculiar, la jerga estudiantil, el habla de los abogados y los médicos, la jerigonza de los jugadores, de los ladrones, del bajo mundo en general, el habla de los indios, la variedad del léxico, de las comidas, las bebidas y la indumentaria. Las leyendas, las supersticiones, los tabúes y el habla popular, presentados en la obra son de valiosísima ayuda para los que se interesan por el folclor. En resumen, las páginas de sus obras ofrecen un campo rico para los estudios lingüísticos, pues en ellas se encuentran los dialectos, resultantes de la fusión de las razas española, azteca y negra.

Fray Manuel de Navarrete (1768-1809

Poeta mexicano, formó parte del grupo de escritores neoclásicos congregados en la Arcadia mexicana, que se caracterizó por su humanismo. Los poemas de este autor se publicaron después de su muerte en dos volúmenes titulados: Entretenimientos poéticos.

Francisco Javier Clavijero (1731-1787)

Fue un historiador mexicano nacido en Veracruz el 9 de septiembre de 1731; murió en Bolonia, Italia el 2 de abril de 1787. Es hijo de un español y una criolla; debido al trabajo de su padre convive con niños indígenas y aprende náhuatl, lengua que le servirá en la adultez para desarrollarse como maestro, misionero e historiador. Enseñó en el Colegio de San Gregorio, fundado por los jesuitas para la formación cristiana de jóvenes indígenas; es allí en donde redactó y concluyó su tratado de Physica Particularis que junto con Cursus Philosophicus revelan su pensamiento filosófico-científico.

En 1780 se publica Historia Antigua de México, su obra máxima pero también escribió sobre la cultura mexicana, sobre ciencias naturales, sobre filosofía y otros temas.