Francia e Inglaterra, los dos grandes colonizadores de África
…La cuestión colonial es, para países como el nuestro que está, por el mismo carácter de su industria, sujeto a grandes exportaciones, vital para la cuestión de los mercados… Desde este punto de vista… la fundación de una colonia es la creación de un mercado…
Ferry, J. (1885). Discurso frente a la Cámara. En Fieldhouse, D., Economía e imperio. La expansión de Europa (1830-1914). España: Siglo XXI Editores.
Los dos grandes colonizadores de África fueron Francia e Inglaterra, y cada uno de ellos había elaborado su plan de expansión territorial. Francia se había instalado en Senegal desde 1817 y ocupó en su totalidad Argelia en 1830, su intención era apoderarse de todo el norte del territorio en una línea que corría de occidente hacia oriente, pero Inglaterra se interpondría en sus planes. El poderío inglés quedaría demostrado en la batalla de Fachoda, Sudán, cuando ambas potencias se enfrentaron para contender por los derechos que cada una pretendía tener sobre la cuenca del Nilo, los ingleses mostraron su superioridad militar derrotando al ejército galo obligándolo a retirarse en 1898. El tamaño de su imperio era tan grande que tuvo que crear en 1895 la Federación de África Occidental francesa para lograr la administración de sus vastos territorios. Las posesiones francesas fueron Argelia, Túnez, Marruecos, África Occidental (Mauritania, Senegal, Sudán Francés, ahora Mali, Guinea, Camerún, Costa de Marfil, Niger, Alto Volta, ahora Burkina Faso y Dahomey, ahora Benín). África Ecuatorial: Gabón, Congo Medio, ahora República del Congo, Ubangui-Chari, ahora República Centroafricana, Chad, Somalilandia, ahora Yibuti; Madagascar y Comoras.
Inglaterra llegó al sur del continente ocupando el Cabo, territorio que originalmente había sido un asentamiento de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales desde 1652. A principios del siglo XIX los ingleses también comenzaron a formar colonias provocando enfrentamientos con los Boers (colonos holandeses), antagonismo que se agravó en cuanto se tuvo conocimiento de las riquezas de diamantes y oro de esas tierras, el conflicto terminó con la expulsión de los Boers; Orange y Transvaal se apoderan de ella. Sudáfrica logró una independencia limitada en 1910 y se formó un gobierno blanco, conocido como el Apartheid, cuyas leyes estaban basadas en la discriminación racial.
Pero regresemos al siglo XIX, cuando Inglaterra casi logró cumplir su plan de dominar de norte a sur el oriente de África, anunciando su intención con la frase “del Cabo al Cairo” (de Sudáfrica a Egipto) y decimos casi porque Alemania ocupó una franja de tierra (África Oriental Alemana) que impidió la continuidad de sus dominios, pero que podía librarse navegando por los ríos. Las posesiones inglesas eran Sierra Leona, Costa de Oro, Nigeria, Egipto, Sudán, Anglo-Egipto, Somalia, Uganda, África del este británico, Rhodesia, Bechuanalandia, Unión Sudafricana y Gambia.
La política colonial del Imperio Británico no siempre fue bien vista por sus ciudadanos, que criticaban los altos costos que implicaban las conquistas, dinero, argumentaban algunos, que de invertirse internamente podía aliviar la situación crítica que vivían las clases trabajadoras. El Ministro de las Colonias, Joseph Chamberlain, fue un ferviente defensor de la política imperialista inglesa y dictó numerosas conferencias para promover la expansión colonial, conozcamos la ideología imperialista británica en sus propias palabras:
(…) en tiempos muy recientes la autoridad inglesa ha sido establecida en Uganda y ha sido declarada una zona de influencia inglesa. Uganda es un país más fértil. Tiene todas las variedades de clima; en una gran parte de ella la colonización europea es perfectamente posible.
El desarrollo de los mercados libres es factible; los productos son de la mayor riqueza; no hay casi nada que sea de valor o utilidad para nuestro comercio que no se pueda cultivar allí (…) Pero voy a ir más lejos que eso. Este rico país debe desarrollarse. En la actualidad tiene 800 millas de mar y si no podemos llegar un país por el mar no podremos obtener sus productos a un costo que fuera de utilidad para nosotros y no podremos llevarles nuestros productos (…) Lo que queremos es dar a este país los medios de comunicación con un ferrocarril de la costa que traería a la población que es más inteligente que la población común en el corazón de África – nuestro hierro, nuestros paños y nuestro algodón, e incluso nuestras joyas, porque creo que los salvajes no son del todo insensible a los encantos de adorno personal. Eso traería a estas personas los bienes que ellos quieren y que no pueden fabricar, y nos daría a nosotros las materias primas, de las cuales debemos ser capaces de hacer un uso posterior.
Chamberlain, J. (1987). Want of Employment and the Development of Free Markets. Foreign & Colonial Speeches, p. 135-136. London: George Routledge & Sons Limited. Recuperado de https://archive.org/details/cihm_00750 (octubre, 2015).
El imperio francés e inglés en África
Localización del conflicto que protagonizaron Francia e Inglaterra conocido como el incidente Fachoda.