A principios del siglo XX Rusia estuvo gobernada por el zar Nicolás II de la dinastía de los Romanov, quien ejercía un poder absoluto apoyado por la Iglesia ortodoxa que el mismo encabezaba. El ejército, la burocracia y la policía estaban encargados de reprimir cualquier foco de oposición.
Retrato del Emperador Nicolás II, Ilya Repin, 1896. Museo ruso de San Petersburgo.
En su aspecto socioeconómico, el imperio ruso se asemejaba al mundo feudal del medievo occidental. Era un mosaico de nacionalidades y estuvo habitado por aproximadamente 125 millones de personas, de los cuales se estima que 80% eran campesinos que dependían directamente de los terratenientes. A pesar de que se inició un proceso de industrialización y de urbanización, el país era predominantemente rural. Por ello, la dependencia del capital y de la tecnología extranjera fue grande, especialmente en la región occidental por su contacto con el resto de Europa.
Imperio Ruso en 1913. Industria y regiones industriales
Compara el Mapa del Imperio Ruso de 1913 con un mapa actual ¿Qué territorios ya no son rusos hoy en día?
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El desarrollo económico se concentraba en las fronteras con Polonia en San Petersburgo y en Ucrania. A principios del siglo XX, en estas regiones la producción de carbón, hierro, acero y posteriormente de petróleo, se expandió. El patrón de desarrollo fue muy parecido a la Inglaterra de la Revolución Industrial, en el sentido de que debido a la creciente proletarización surgieron los primeros movimientos obreros rusos con demandas sociales y políticas específicas.
Ilya Repin fue un pintor y escultor ruso. Durante la década de 1920 fue reconocido por el Estado soviético y su obra fue interpretada como perteneciente a la corriente soviética de “Realismo socialista”.
Realizó más de 500 obras y sus temáticas favoritas fueron los retratos de personajes famosos como Tolstói y Pushkin, o la familia del zar, la historia de Rusia, tópicos de la vida cotidiana como el trabajo en el campo.