Durante la fase final de la Segunda Guerra Mundial, propiamente en las Conferencias de Yalta y de Postdam (febrero y julio-agosto de 1945), se genera el desgaste de la alianza de los Estados Unidos y la URSS, pues aunque se aprobó el establecimiento de un nuevo orden mundial existe el interés de mantener los territorios ocupados por sus ejércitos. La determinación de consolidar áreas de influencia en Europa y en el mundo, ponen fin a la alianza bélica tras la derrota de las potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón).
De hecho, la ruptura de estas dos “superpotencias” (Estados Unidos y la URSS) obedece también a las diferencias de sus sistemas políticos y económicos implantados en sus territorios con formas específicas de concebir la democracia y los derechos del hombre sustentadas en ideologías clasistas antagónicas: liberal –burgués y socialista-proletariado.
Al configurarse un nuevo orden geopolítico en Europa tras la implantación del Telón de Acero o la Cortina de Hierro denunciado por Winston Churchill (1946) y la repartición interaliada de Alemania, el continente adquiere la fisonomía de la bipolaridad dando origen a un proceso histórico en el que los Estados Unidos y la URSS se disputan la supremacía mundial a través de la carrera armamentista y espacial, y de la extensión de sus áreas de influencia en Asia, África y América Latina: la Guerra Fría.
La Guerra Fría se caracteriza como un estado de tensión militar e ideológico permanente, de enfrentamientos indirectos entre las dos “superpotencias” en las que ciertos países se alinean y se organizan en un sistema de bloques, adoptando el régimen capitalista o comunista suscribiendo alianzas militares y acuerdos económicos (la OTAN, el Pacto de Varsovia, Plan Marshall, CAME).
Durante el proceso de descolonización la influencia capitalista y comunista se propaga, de tal forma que en la Guerra Fría son involucrados nuevos espacios geográficos en el que el financiamiento, la asesoría y la intervención militar de las potencias tienen la finalidad de apoyar a las facciones políticas locales que se disputan el poder y manifiestan su adhesión a alguna de las ”superpotencias”, como ocurrió en Corea, Vietnam y Cuba, o bien en un conflicto nacionalista entre judíos y árabes con la creación del Estado de Israel en el Medio Oriente.
Con este material identificarás los principales conflictos-tipo de la Guerra Fría relacionándolos con la participación de los Estados Unidos y la URSS en su proyecto de defender y extender sus áreas de influencia ideológico-política y económica en distintas regiones del mundo.