Introducción

Piensa en todo lo que has comido hoy...

Hoy en día es común que al tener hambre te dirijas a la cocina, abras el refrigerador, busques en la despensa o bien vayas a la tienda, y encuentres una gran variedad de productos para comer. Tomamos lo que se nos antoja en ese momento y, si acaso, vemos la fecha de caducidad y lo consumimos. Pero no siempre fue así.

La alimentación de los hombres en la prehistoria se basaba en la caza y la recolección diaria de frutas y vegetales silvestres. Animales como el mamut fueron posiblemente el principal alimento, mismos que eran atrapados mediante el uso de trampas. Con solo uno de estos animales se podía alimentar por varios días a una tribu.

  • Productos procesados

    ¿Productos procesados?

  • Pescado o carne

    ¿Pescado o carne?

  • Frutas y verduras

    ¿Frutas y verduras?

  • Cereales

    ¿Cereales?

  • Lácteos

    ¿Lácteos?

Pronto los hombres prehistóricos se dieron cuenta de que los alimentos sufrían cambios desagradables de color, olor y sabor con el transcurso del tiempo: a este fenómeno se le conoce como “descomposición”. Actualmente se identifican bien los factores que causan la descomposición de los alimentos, por lo que se aplican técnicas de conservación como el salado, el ahumado y el secado, entre otras. Estas técnicas son utilizadas desde hace varios siglos y aún se emplean en regiones rurales.

Con este material podrás reconocer algunas técnicas de conservación y señalar las razones por las que se agregan aditivos a los alimentos procesados, esto te permitirá analizar problemas socioeconómicos generados en torno a la producción y procesamiento de alimentos.