Automedicación

coctél de medicinas

Los medicamentos son sustancias químicas con efectos sobre el organismo humano o animal. Éstos son administrados con una finalidad terapéutica, lo que implica que son usados para curar alguna enfermedad o aliviar algún signo o síntoma de alguna enfermedad. La prescripción de un fármaco es facultad de un especialista: el médico es la persona que cuenta con la formación necesaria para evaluar la pertinencia del uso y prescripción de algún medicamento.

En las farmacias existe personal capacitado para proporcionarnos el producto que un médico nos ha indicado, sin embargo este personal no está capacitado para prescribirnos ningún tipo de tratamiento. Por otra parte, en algunas farmacias existen profesionales que están preparados para elaborar distintas fórmulas, si éstas no se encuentran disponibles comercialmente ellos tampoco tienen la formación necesaria para hacer prescripciones.

Si haces una valoración sobre la nula formación médica de los dispensadores de medicamentos en las farmacias y del farmacéutico, entonces te será sencillo comprender que nosotros no tenemos la capacidad de prescribirnos ningún medicamento. Recuerda que la utilización de un medicamento no indicado o en personas para las cuales no es adecuado, puede traer consecuencias graves como intoxicaciones, alteraciones del metabolismo, no presentarse la acción terapéutica o incluso la muerte. Por ello, es muy importante conocer e interpretar la información que nos proporcionan los empaques de los medicamentos. Debes tener cuidado en verificar que la formulación que el médico te prescribe sea la misma del medicamento que estás ingiriendo para evitar sobredosis, alergias, falta de acción terapéutica o reacciones no deseadas.

Debido a todo esto, el médico es la única persona calificada para saber si un medicamento está indicado y si el paciente en cuestión requiere o no un determinado fármaco. Además, los medicamentos son administrados en dosis, tomas y periodos de tiempo muy específicos. Esto quiere decir que se administran por diferentes vías (oral, intravenosa, cutánea, intramuscular, oftálmica, anal, vaginal, nasal, intraperitoneal, lingual, entre otras), bajo ciertas condiciones (antes de los alimentos, después del desayuno, cada ocho horas, durante una semana, durante un mes, etc.). Otro motivo por el cual los médicos son los responsables de indicar el uso de un fármaco es debido a que los medicamentos tienen efectos secundarios que pueden afectar de forma desfavorable a la salud de algunos pacientes, ya que les pueden producir efectos secundarios gástricos, renales, cardiovasculares, en el SNC, en la piel, irritación nasal, etc.

Otras consideraciones que hace un médico al realizar una prescripción son las contraindicaciones del medicamento, en virtud de las cuales algunos pacientes no pueden tomarlos aunque exista una indicación para su enfermedad. Así también, con la historia clínica del paciente, el médico evalúa las posibles interacciones de unos medicamentos con otros, pudiendo interferir la toma de un medicamento con los efectos de otros que pueda estar tomando el mismo paciente.

Como te habrás dado cuenta, la prescripción de un medicamento se basa en un gran número de variables (uso terapéutico, formulación, efectos secundarios, dosis, historia clínica del paciente, modo de acción, presentación, tiempo adecuado para tomarlo, contraindicaciones, etc.). Es necesario que sea siempre un médico quien realiza la medicación, después de conocer a profundidad las condiciones del paciente y su historia clínica.

Se puede concluir que la prescripción de medicamentos por otras personas que no sean el médico, incluido el propio paciente, pone en peligro la salud de la persona que toma el fármaco. Por eso debemos evitar auto-medicarnos o medicarnos con los consejos de nuestros familiares o amigos.

no automedicarse

¡Acudamos con nuestro médico y no arriesguemos nuestra salud!

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