¿Qué son?

Bien, comencemos estableciendo que toda sustancia química natural o sintética que tiene propiedades para prevenir o tratar alguna enfermedad es considerada un medicamento. También son consideradas como medicamentos todas las sustancias que se administran con el objetivo de restaurar, corregir o modificar las funciones fisiológicas, así como aquellas empleadas para establecer un diagnóstico médico.

En general, los medicamentos son empleados o administrados en dosis muy bajas y los podemos encontrar en diferentes formas farmacéuticas, dependiendo del uso que se le destine y del tipo de paciente. Las formas farmacéuticas se refieren a la presentación física en que se encuentra el medicamento; podemos encontrar una misma sustancia terapéutica en pastillas, grageas, cápsulas, suspensiones, jarabes, supositorios, cremas, pomadas, geles, inyectables o inhalantes.

Los medicamentos no sólo están formados por sustancias activas (principio activo), que son las responsables de la acción terapéutica, sino que se adicionan y mezclan otras sustancias que no tienen acción terapéutica y que generalmente son inertes e inocuas. La función de estas otras sustancias es dar estabilidad, consistencia, sabor, forma y conservar a la sustancia activa. A estos compuestos accesorios se les denominan excipientes y juegan un papel importante en la elaboración, almacenamiento y liberación de la molécula activa y transporte del medicamento al organismo.

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